En la sexta y última conferencia del ciclo Los visigodos, el profesor titular de Historia Antigua Santiago Castellanos, a través de las múltiples fuentes de las que se disponen en torno a la historia del reino visigodo hispano, analiza las bases fundamentales de su funcionamiento y de su final, centrándose en aspectos como las claves de la consolidación del reino en el siglo VI o del proceso de su conversión religiosa desde el arrianismo hasta el catolicismo, realizando así una suerte de balance de este ciclo de conferencias.

Los visigodos (VI): El funcionamiento del reino visigodo y su final

En la primera conferencia del ciclo “Los visigodos” el profesor de Historia Antigua Santiago Castellanos expone el recorrido de los pueblos godos por los territorios del Imperio romano, desde su acceso en el año 376 cruzando el río Danubio hacia el sur hasta la llegada a la Galia y el asentamiento de poblaciones en Hispania a partir de inicios del siglo V. Las relaciones entre romanos y godos están marcadas por una política de acuerdos, pero también por enfrentamientos como la batalla de Adrianópolis (378) o el saqueo de Roma (410). Con este acercamiento a la formación y evolución de los godos, el conferenciante aporta varias claves para entender el devenir del futuro reino visigodo hispano.

Los godos y los inicios del reino en Hispania

En la segunda conferencia del ciclo “Los visigodos” la catedrática de Historia Antigua Clelia Martínez analiza la construcción de la imagen del bárbaro en la época bajoimperial. Aunque los pueblos bárbaros fueron un conjunto de comunidades étnicas diferentes, las fuentes romanas reproducen los mismos estereotipos para todos, principalmente en base a su aspecto físico, comportamiento, religión y técnicas de combate. A través de los escritos de Suetonio, Tácito o Isidoro de Sevilla, la conferenciante se aproxima a los tres elementos visuales e iconográficos más importantes de los bárbaros y sus peculiaridades: vestimenta, usos capilares y armamento.

La imagen del bárbaro en la Roma bajoimperial

En la tercera conferencia del ciclo “Los visigodos”, el catedrático de Historia Antigua Pablo C. Díaz expone los orígenes y la formación del reino peninsular suevo de Gallaecia en el siglo V, siendo el primer reino posromano independiente en la Europa altomedieval. Pese a la falta de datos arqueológicos, el cronista Hidacio y Martín de Braga –el obispo de Braga– son principalmente las fuentes testimoniales que permiten conocer la organización administrativa y territorial de este reino. Para concluir, el conferenciante expone la escasa vigencia de los suevos en los relatos históricos peninsulares, así como su herencia en el folclore y la identidad gallegas.

El otro reino bárbaro en Hispania: los suevos

En la cuarta conferencia del ciclo “Los visigodos”, el catedrático de Historia Antigua Francisco Salvador Ventura explica –apoyándose de la pintura histórica– la etapa cultural y religiosa del reino visigodo hispano tras su conversión al catolicismo en el Concilio III de Toledo (589). La asociación entre monarquía e Iglesia queda reflejada en los Concilios de Toledo –que consistían en asambleas civiles y religiosas– donde destacó la figura del obispo Isidoro de Sevilla (c. 560-636). El conferenciante repasa el arte hispano-visigodo de esta época y sus iglesias, como San Juan de Baños, así como las primeras reglamentaciones del monacato. Finalmente, la relevancia cultural de San Isidoro de Sevilla, hasta el punto de hablarse de este periodo como "renacimiento isidoriano", es puesta en valor a partir de su obra enciclopédica Etimologías, “el libro más copiado en la Edad Media después de la Biblia”, en palabras de Salvador Ventura.

Religión y cultura en la Hispania visigoda

En la quinta conferencia del ciclo “Los visigodos”, el catedrático de Arqueología Lauro Olmo analiza las transformaciones de las ciudades como fruto del colapso del sistema imperial romano en el siglo V, lo que propiciaría –en la segunda mitad del siglo VI– la consolidación del proceso de revitalización urbana acorde al modelo visigodo. Estos núcleos urbanos, vinculados en gran medida con las nuevas élites episcopales y aristocráticas, estaban caracterizados por un diseño irregular con varios núcleos y grandes espacios abiertos y desiguales. La cultura material y restos arqueológicos de distintas ciudades, como Recópolis o Toledo, muestran la estrecha vinculación entre los poderes religioso y civil, con grandes complejos episcopales y palaciales –de uso tanto residencial como administrativo– junto a espacios comerciales y zonas artesanas.